Es un libro tanto para jóvenes lectores como, incluso, para adultos. Detrás de una historia sencilla de transformación de niña en pájaro para que aprenda por si misma la vida y los problemas con los que se enfrentan los pájaros hay mucho más. La escritora no se limita a que los niños y niñas (a quienes van primordialmente dirigido este libro) aprendan a distinguir las distintas clases de pájaros y su belleza si no que les pide un comportamiento activo para su protección. Y dentro de esas acciones hay una amplia variedad: las que los propios menores pueden llevar directamente a cabo: comederos, refugios, … o las que pueden solicitar a las administraciones correspondientes. Me parece muy acertado considerar que los menores pueden y deben instar ante, sobre todo, su ayuntamiento las peticiones que consideren necesarias y fundamentarlas. Es una forma de que los niños y niñas sepan que su voz puede y debe oírse y que no necesitan para hacer sus peticiones del respaldo de adultos. Las ilustraciones son preciosas y expresivas, muy coloridas En suma, un libro que me hubiera encantado leer cuando era niña, no sólo por el tema, me encantan los pájaros, si no por la forma de tratar a los niños y niñas. Un placer y muchas gracias a Masa Crítica y a Babelio por este libro. |