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Empecé adorándolo. No sólo por lo que contaba y como lo contaba, que también, sino por los momentos que me hizo recordar. Esa reunión de amigos justo antes de irse a la universidad me recordó mucho a la que tuve yo con los míos. Nos recuerdo a todos con cara de circunstancias, con muchas ganas de querer empezar esa nueva etapa pero también con el miedo latente de que termináramos perdiendo la amistad que teníamos. Por fortuna, aunque algunos se han perdido por el camino la mayoría permanecemos bastante unidos a pesar de que ya hace un par de años que terminamos nuestra etapa universitaria. Pero volviendo al libro, debo decir que lo disfruté muchísimo e iba convencida de que iba a ser un 5 estrellas. Ya estaba pensando que era la lectura ideal para volver a leer en Navidad, no sólo porque se desarrolla en esa fecha sino porque me parecía un mensaje muy apropiado: Valora a tu familia y amigos y no desperdicies las oportunidades que te da la vida. Pero entonces llegué a las últimas páginas y mi plan de darle 5 estrellas se derrumbó cual castillo de naipes junto con el mensaje que me estaba transmitiendo. Pasó de un mensaje positivo a uno completamente negativo: Si no te gusta tu vida, ríndete Si te preguntas cómo he podido bajarle tanto la puntuación te diré que la respuesta es muy simple. El final es el último sabor que deja un libro. Un libro mediocre puede redimirse y uno maravilloso puede hundirse. Lamentablemente este ha entrado en la segunda categoría. |
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