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La puntuación es baja, porque en el fondo la forma de escribir de Flaubert me ha gustado, cómo ha descrito los escenarios, las emociones... pero claro, cuando pones como protagonista a un personaje completamente vacío y con el que es imposible identificarse en lo más mínimo, sirve de poco. Realmente, el título me parece poco acertado, porque de educación sobre sentimientos ha recibido la justa, ha estado dando círculos y cometiendo una y otra vez los mismos errores desde el primer capítulo hasta el último durante los, aproximadamente, 30 años que se nos relatan, haciendo que la historia sea predecible y aburrida. Porque en las primeras partes podías pensar "quizá pase algo que le haga espabilar", pero cuando ya ibas por la última tenías que hacerte a la idea de que no, no se iba a dar un golpe en la cabeza y empezar a actuar con sentido. Y así ha sido. Como digo, me ha gustado mucho cómo se relataba el contexto, descripciones de escenarios, menciones a los autores de la época y su filosofía, aunque aquí el Federico se ha pasado la revolución del 48, la república y la llegada del segundo imperio a sus cosas e implicándose lo justo y necesario para vivir en sociedad. Y también me ha gustado que he podido ver un ejemplo claro de amor platónico hasta el final, que se menciona a menudo pero casi siempre termina dejando de ser platónico. Aquí al menos se ha mantenido como tal en todo momento. |
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