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Antes de nada, las primeras 121 páginas ya las había leído en “El huerto del espantapájaros”. Me parece bien que toda la historia esté en un mismo volumen, pero lo anuncian como “el final de”, es decir, me lo esperaba como algo independiente. Creo que es importante avisarlo. Todo el libro está escrito en primera persona y vamos saltando de personaje en personaje, algo que me gusta, porque permite profundizar en la psicología de cada uno. El problema es que todos tienen la misma voz o muy parecida, lo que me saca de la historia porque no me los creo. El único lugar donde podemos llegar a intuir diferencias es en los diálogos. Me da rabia, porque es un estilo de narración que me gusta, bastante gótico, descriptivo, muy adecuado a la historia, aunque me encaja más con un narrador en tercera persona que con los personajes a los que da voz. La historia es bastante pausada, descriptiva. Ocurren cosas, aunque la acción no es el punto fuerte de la historia. A partir de la página 200 todo se acelera y he disfrutado más esas 80 páginas que las 200 anteriores. Eso sí, algún pasaje no es apropiado para estómagos sensibles. Es explícito y salvaje. Me ha gustado el cierre de la historia, me parece apropiado, bien construido y coherente. En resumen, una lectura correcta, entretenida, mezcla de terror y mitología nórdica, rápida y fácil de leer. |
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