Tuve que leer este libro para mi clase de Ética, de la facultad, y dejando de lado la imposibilidad de leerlo como un tratado filosófico, porque no lo es, y la obvia discontinuidad entre los discursos (se evidencia de que originalmente no componían un solo libro, como en aquellas partes donde Aristóteles dice "cómo ya hemos tratado anteriormente" ¿dónde?, o "tal tema lo trataremos un poco más adelante..." y nunca mas se lo vuelve a mencionar el tema en cuestión), no deja de ser un excelente compendio de discursos que, mediante el simple uso de la razón, intentan encontrar una respuesta a la simple y descomunal pregunta de "¿Qué es la felicidad?". Una tarea pequeña... una tarea descomunal.
|