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Tris y Derek tienen muy buena relación, sobretodo después de haber estado saliendo unos años. Podemos decir que no es lo que la gente se espera de una expareja. Sin embargo, tienen esa conexión, ese hobby que comparten y que plantea ese proyecto en común: crear un webcómic. Tris es dibujante. le ha costado bastante llegar a publicar con una gran editorial de cómics, aunque se está haciendo un pequeño hueco (minúsculo) en el sector. Sin embargo, no es feliz. Siente que aunque le encante poder vivir de su pasión, al final está siguiendo las directrices que le han mandado y no puede dar rienda suelta a su creatividad. A Derek podríamos considerarle como un bala perdida. Es guionista, pero no termina de escribir nada. Está en un tremendo bloqueo y teme no poder avanzar. Va de trabajo en trabajo, de piso en piso y de favor en favor. Si no fuera por Tris, no sé que sería de él. Ambos han guardado muy buena relación, aunque siguen teniendo esa espinita de lo que ocurrió. Es la primera vez que leo a Nisa y sé que lo volveré a hacer. Me gusta que haya tratado temas como la diferencia tan abismal que todavía hay en EUU en cuanto a las etnia y por las dos partes. Uno de los motivos por los que Derek rompió la relación fue esa precisamente: no se sentía acogido en la familia de Tris y siempre le tenían en el punto de mira (cuando es un bollito); y otros como que la gente a la que quieres no te apoye, llegando a sentir que no pintas nada en ese lugar, cuando solo hay que escuchar lo que esa persona está pidiendo para poder ser feliz. Una novela con momentos tiernos, duros, pero con mucha esperanza y un mensaje claro: no abandones tus sueños. Trabájalos, madúralos y conseguirás tu recompensa. |
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