Farewell, my dear Cramer

La serie empieza presentándonos a tres de las protagonistas; Nozomi Onda, a la que no le llama la atención jugar en un equipo femenino porque siempre ha jugado con chicos hasta que se enfrenta a Sumire Suo, que corre como una gacela y promete petarlo con un equipo adecuado, y su eterna rival, Soshizaki, que en un momento llegó a ser la tercera mejor jugadora de Japón. Las tres coincidirán en el mismo instituto, el Warabi Seinan, que no brilla precisamente por su equipo femenino, pero eso no importa, la cuestión es que todas ellas empiezan a disfrutar del juego conjunto con otras chicas que están a su mismo nivel y buscan igualmente seguir mejorando.

Al poco llega Naoko Nomi como segunda entrenadora para su equipo, una leyenda del fútbol femenino japonés que también tiene fama de ogro por su dureza. El primer reto que les propone es enfrentarse al mejor equipo de su región, para que claramente les dé un repaso fino, pero con la intención de averiguar quiénes son los diamantes en bruto del equipo. El partido amistoso termina con un 21-0, pero para las chicas del Warabi Seinan no será más que otro aliciente para seguir mejorando. Y quién sabe, es posible que el destino acabe juntándolas con sus ahora archienemigas…

Además de ser un cómic bastante realista en cuanto a contenido, quería destacar las dosis de humor que lo acompañan y la calidad del dibujo. Aunque por momentos es complicado saber quién es cada personaje (supongo que es lo normal hasta que te familiarizas con el peinado de cada una, jeje), es brutal lo bien que consigue transmitir los movimientos que hacen durante el juego y la velocidad que destila su uso de las viñetas. Como tengo fresca la serie de Capitán Tsubasa estoy pudiendo compararlas, y en este sentido se nota que ha avanzado un montón la narrativa del spokon futbolero.