 |
La protagonista de esta historia es Violet. Vive con su mellizo Luke en una gran mansión, solos, ya que sus padres andan por ahí y su abuela, Freddie, murió. Viven en una aburrida ciudad. Hasta que Violet pone en alquiler la casa de huéspedes y aparece un oscuro y enigmático joven interesado en vivir allí. A partir de ahí, casualmente, la ciudad empieza a ser un caos, una revolución. Un demonio, niños revolucionarios y muchas muertes. ¿Es este nuevo habitante el responsable o habrá alguien más? . Este chico que empieza a formar parte de la vida de Violet, cuyo nombre es River, es muy misterioso. Por algo está en la ciudad, pero no se sabe por qué. Lo que sí sabemos es que atrae a la protagonista y comienzan el peor romance que he leído en un largo tiempo. Empezando por el hecho que se enamoran a las 8 horas de conocerse. Ocho horas literales. Siguiendo por el hecho que Violet odiaba actitudes de River -con razón, ya que es un manipulador y adicto a las mentiras- pero, cito, todas las escenas terminaban con ella diciendo: “a la mierda” y acto seguido, se rinde a sus encantos. Y así están, un poco más de la mitad del libro. . Porrr suerte, pasando la mitad del libro se calman un poco y allí empieza la verdadera acción. La trama oscura por la que comencé a leer el libro. Una segunda mitad que me terminé devorando, literal, llena de giros en la historia. La ambientación y cómo lo describe la autora, es lo que más me cautivó. Aunque nunca terminé de conectar con los personajes. . Un personaje que me parece protagonista, además de Violet y River, es Freddie. Violet siempre la recuerda, incluso usa su ropa. El pasado de su abuela se conecta con la trama presente y es clave en la historia. . El final me gustó. Es abierto, pero no me dejó con la sensación de querer salir corriendo a comprar el siguiente. Un libro recomendado para aquellos que les gustan el misterio y lo gótico. |
>
