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De un azul vivo que nos abre una ventana al mar, la portada es lo primero que llama la atención de Odder, pero lo que nos invita a sumergirnos en las páginas son los ojos curiosos de la nutria que nos mira directamente a la cara, aunque para ella los humanos no importemos tanto como una piedra con la que partir conchas de moluscos a la hora de comer. Narrada en forma poética —y en ocasiones didáctica— desde el punto de vista de una nutria, y acompañada de unas preciosas ilustraciones a cargo de Charles Santoso, la historia de Odder es sencilla y nos muestra la vida y experiencias de una nutria marina en las costas de California. Dado que se trata de poesía en verso libre, la traducción de Mercedes Guhl es igual de disfrutable que la versión original en inglés, lo cual es de agradecer, porque me ha resultado muy agradable de leer y siento que las palabras de Katherine Applegate se han transmitido de manera bastante fiel a los lectores. Odder es una nutria marina rebelde y juguetona a la que le gusta más disfrutar de la vida y de las olas que hacer caso de las advertencias de otras nutrias acerca de los tiburones. Muchos peligros acechan en las aguas, pero esas mismas aguas son las que también le hacen sentirse libre. A lo largo de tres capítulos y un «coda» a modo de conclusión, acompañaremos a Odder, que vive en el mar y posteriormente en el acuario de la Bahía de Monterrey, en donde gracias al programa de rescate y rehabilitación de nutrias marinas, podrá volver a nadar. Poco a poco, Odder descubrirá que el acuario es un lugar de encuentros y reencuentros en el que su vida cambiará para siempre. Este libro está recomendado para lectores jóvenes, aunque en realidad puede leerse y disfrutarse a cualquier edad, ya que en los versos de Katherine Appelgate hay acción, ternura y un lugar para la reflexión, además de otros detalles que es mejor descubrir por uno mismo, igual que Odder descubre el mundo a su alrededor. |
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