La gaviota

Hacía tiempo que no realizaba una reseña de una obra teatral, pero esta lo merece porque es Chéjov y es puro arte.

Una obra teatral muy innovadora, y donde los monólogos absolutamente ricos y llenos de sentido, nos llevarán a un resultado realista pero a la vez muy poético.

También tendremos que leer entre líneas y hasta interpretar buscando lo que no se dice pero está. Una admirable y genial obra. Y si no podemos verla representada pues la leemos, merece la pena.

Entonces, ¡vamos al teatro! ¿Qué vamos a ver? Una grandiosa obra de un tal Chéjov. Un drama de la vida ambientado en el campo ruso a finales del siglo XIX y donde ninguno de los personajes consigue alcanzar la felicidad o el bienestar. Esto es duro, pero la vida también tiene esos momentos.

Desde el inicio de la obra es lo que nos encontramos, y aquí tenemos el primer diálogo: “Medvedenko: ¿Por qué va usted siempre vestida de negro? Masha: Llevo luto por mi vida. Soy desgraciada”.
¡Qué gran principio!. Y seguimos porque hay mucho más.

Una amargura deliciosa. Una importante obra teatral donde vamos a ver representada la vida, sí, la vida que generalmente vivimos, así es como vamos a encontrarnos a las personas, tal y como somos y nos comportamos en nuestra rutina .

Creo que somos personajes que generalmente actuamos y vivimos cotidianamente sin muchos arranques de salirnos del mundo, de saltarnos las normas y de llegar hacia lo desconocido y más atractivo.

Nos conformamos con una existencia sin apenas saltos peligrosos. Y así creo que son reflejados en esta obra todos y cada uno de los personajes que aparecen.

Son personajes un tanto patéticos y con cierta desgana existencial, esta desgana existencial, que me parece totalmente acertada, porque lo dice todo, lo he leído en algún momento, no recuerdo dónde ni en relación a qué, pero creo que se ajusta totalmente a los personajes que vamos a conocer en esta obra.

Vayamos paso a paso, también hay conflicto, un conflicto que afecta sobre todo a tres de los personajes principales. Treplev, un joven que tiene la convicción de escribir grandes obras de teatro; Nina, la hija de un rico terrateniente que pretende ser una gran actriz y Trigorin, el escritor o la creación literaria.

Y vemos como la obra se convierte así, en teatro dentro del teatro. Los tres personajes representan todo lo que supone la creación artística, porque los tres quieren destacar en alguna de sus formas.

En el joven Treplev, su deseo creador acabará muerto. En Nina su vocación la llevará a extraviarse en la rutina e infelicidad y en Trigorin , su creación quedará también enfrascada en la rutina y totalmente triturada.

Mientras los tres personajes se recrean en la angustia provocada por la búsqueda de lo artístico y la creación, nos encontramos con otros personajes, de los que podemos decir, que también van a mostrarnos sus pequeños dramas rutinarios.

Sin embargo .el personaje más desgarrador, más angustiado, y donde realmente se detiene nuestra mirada con más asombro, es en el joven Treplev, carece de todo pudor, se muestra desinteresado por todo lo que dicen o hacen los demás, y sobre todo, es un personaje melancólico que tendrá sus consecuencias.

¿El amor?, también nos lo encontramos en todos los personajes, aunque son amores equivocados, otro aspecto que es como aparece en la vida misma. Son los amores desubicados. Y aquí están, en la gaviota.

Y, claro, es obvio que queramos preguntarnos, ¿Qué representa la gaviota? Es algo importante, es lo que da el título a la obra de un excelente autor que todo lo tiene controlado, debe ser algo muy significativo y, claro que lo es, y mucho.

Pues, puedo estar equivocada. pero me atrevo a pensar y decir que es el símbolo alrededor del que gira toda la obra, es decir, la Creación en mayúscula. Y, ¿qué pasa con la gaviota?, ese pájaro que vuela.
Eso lo vamos ya a leer en el acto segundo de los cuatro que componen la obra teatral. Ahí lo dejo.

Es una obra que cada vez que releemos alguna escena o diálogo, percibimos y descubrimos que hay mucho más, que parece una nueva obra.

Yo lo he hecho, en principio, para recordar los personajes, tenía que saber quienes eran y volvía al inicio, después porque la leí hace ya bastante tiempo, y para hacer esta reseña, he tenido que volver a leer algunas escenas.
Y verdaderamente, la he encontrado más clara, más turbadora y mejor.

Chéjov, se rebela ante la sociedad que le tocó vivir y esto también lo notamos. La crítica está presente en todo momento, crítica a la sociedad, al idealismo de la época que le tocó vivir y además el narcisismo que traslucen los artistas.

Y además todos los personajes y sus formas de actuar son representativos de una Rusia , a finales del siglo XIX, que se mostraba ansiosa por encontrar novedades aunque también incapaz de mantenerse fiel a la realización de sus deseos, y como la gaviota, que es libre y vuela, pero de destino incierto, pues puede ser destruida.

Aunque la obra se convirtió en un estrepitoso fracaso en el estreno en 1896, fue absolutamente incomprendida.
Sin embargo, esta joya, fue aclamada dos años después en El Teatro de Arte de Moscú.

Creo que es una obra para leer detenidamente y volver a releer. Hay mucho donde reflexionar y no es una lectura fácil.

Pero esto es lo ideal pues ¿Para qué nos sirve la lectura si no es para estimular nuestra mente y nuestras neuronas? Vamos a ello.