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Como ocurre con muchas recopilaciones es un poco difícil darle una sola calificación a un grupo de historias diferentes. Siento que mi calificación en parte es porque no todas las historias me produjeron el mismo nivel de satisfacción. Reconozco la habilidad del autor en su narración y elección de temas y personajes para sus historias. Me llamó la atención que para la época se haya centrado en la salud mental de una manera seria. No obstante, quizás fue muy seria y realista su visión como para entretenerme. La sala número seis la sentí casi como una crónica de los patéticos pacientes y personal médico de un patético psiquiátrico de un patético pueblo y para ello hay que estar en un mood específico al que no pude llegar al momento de leer este cuento. Puedo apreciarlo a medida que el tiempo pasa, pero su lectura se me hizo casi traumática. En contraste, La cerilla sueca fue una vuelta ingeniosa al que es uno de mis géneros favoritos misterio/detectives, el absurdo y la sátira hacia la incompetencia de las autoridades fue sin duda lo que necesitaba para superar la pesadez/pesimismo de la sala número seis. Por los momentos disfruto más de sus obras de teatro. |
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