Un exceso de prosa y textos enredados con ganas de ser grandilocuentes hacen que la historia, que en el fondo es interesante, se ahogue en sus propias hojas y se vuelva una lectura densa y a veces aburrida. |
Un exceso de prosa y textos enredados con ganas de ser grandilocuentes hacen que la historia, que en el fondo es interesante, se ahogue en sus propias hojas y se vuelva una lectura densa y a veces aburrida. |