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Si bien estoy convencida del lado amable de la naturaleza humana, también soy plenamente consciente de la dualidad presente en esta, razón por la cual intento no desesperar ni odiar a personajes ficticios que retratan esas partes más oscuras y difíciles de aceptar de las personas. Y sí, admito que a veces no lo logro y que, en parte por verme expuesto y reflejado en individuos desagradables y en parte por las sensaciones incómodas que aquellos me transmiten, termino por repudiar las obras protagonizadas por personajes de ese corte. Empero, otras veces, como esta, soy más benévolo y me tomo las cosas con menos seriedad, limitándome a leer sin prejuicios. "Yo, él y Raquel" es un libro cómico e irreverente, narrado por un antihéroe adolescente que se jacta de ser nihilista y cínico. Greg es el nombre de este descarado y singular muchacho, a quien no le importa nada más que su propio pellejo, pero que cierto día es acuciado por su madre a retomar una vieja amistad con Raquel, una chica que acaba de descubrir que tiene leucemia. Y bueno, aunque hay momentos en los que nuestro protagonista parece tener sentimientos y conmoverse, en realidad su evolución a lo largo de la trama no es mucha, así como tampoco lo es la de su amigo Earl, ese "él" un poco más aterrizado que Greg, empero inmaduro y soez. Esta es una novela divertida que acude a guiones, listas, viñetas y otras formas curiosas y originales que existen para contar una historia juvenil sencilla que, no obstante, se puede disfrutar si se acepta lo que Greg aclara al inicio de la misma: que no se trata de un buen libro. Los pensamientos de Greg van de un lado para otro, a veces se enrolla en temas que no tienen nada que ver con el argumento principal y a menudo se preocupa por cuestiones que resultan bien banales, en comparación con la inminente muerte de Raquel. No es un libro con grandes enseñanzas ni reflexivo, siendo lo más destacable lo peculiares que resultan ser su estilo narrativo y su narrador; elementos que harán pasar un buen rato al lector que no espere nada más que entretenerse con una lectura diferente. |
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