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No hay nada mejor que empezar abril leyendo uno de esos libros que sin duda deja huella y que a pesar de su dureza, se ha convertido en una de las mejores lecturas en lo que llevo de año. Flores en el ático está narrado por Cathy, uno de los cuartos hijos del matrimonio Dollanganger. Una familia que en apariencia vive en armonía y feliz hasta que el padre fallece. Corrine, la madre, se lleva a sus hijos a la casa de sus padres, pues al parecer su padre, padece una enfermedad terminal y necesita arreglar un asunto del pasado para poder recibir su herencia y así, vivir en paz económicamente. Corrine oculta a sus hijos en el ático de la mansión de sus padres haciéndoles prometer que en cuanto su padre fallezca, saldrán e iniciarán una nueva vida de comodidades. Pero lo que no saben los niños es que lo que parece ser un día en esa habitación se convertirá en años. Leer este libro ha sido un viaje de emociones, donde es inevitable sentir odio y rabia ante la situación y algunos de los personajes. Cargado de misterio y secretos, veremos representado en cada uno de ellos, la sociedad tal y como es. Una madre de lo más egoísta y con una constante búsqueda de su propio beneficio. Unos abuelos fanáticos de la religión y con creencias que harán llevar a un maltrato extremo a los protagonistas. Cuando piensas que no pueden seguir pasando más cosas,la autora hace que te vuele la cabeza. El inicio de una saga que sin duda seguiré de cerca y en busca de ella, ya que muchos libros están descatalogados o son difíciles de encontrar. Algunos capítulos se cuecen a fuego lento pero no por ello me resultaron menos interesantes, pues hace que conozcan la relación y la madurez que se va forjando entre los niños. A pesar de ser ficción, no he podido dejar de cuestionarme que son situaciones que no distan de la realidad. Una lectura muy recomendable! |
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