En el vientre de la roca

Jerónimo Andreu es un periodista español que ha viajado por todo el país como reportero, escribiendo sobre corrupción, crímenes y temas sociales.

En el vientre de la roca “supuestamente” es un thriller, y digo supuestamente porque tiene pocas dosis de dicho género. Es verdad que el misterio que recorren la desaparición de Pipa Hampton, unos microchips rodeados de mentiras y corrupción, hacen que parezca un thriller pero le falta chispa, le falta enganche, una gran característica del thriller.

Joseph es contratado gracias a su intrépido sentido, por la Honorable Chief Minister de la antigua colonia británica, Marc Parody, para que encuentre a Pipa Hampton, supuesta hija de un poderoso político de Foreign Office. En principio, no parece un trabajo dificil para el antiguo policia pero todo se complica. A base de trabajo de campo, el protagonista irá descubriendo una telaraña de mentiras, de espionaje y todo, ¿Para qué? para lo de siempre, por la lucha de poder, de información. Gibraltar y la línea son la cara y la cruz de una misma moneda, la riqueza y el bullicio en contra de la pobreza y las clases bajas. Todo ello es propicio para que prospere el contrabando de droga, tabaco y hasta unos valiosísimos microchips que aumentarán la trama de la historia.

La novela está organizada por capítulos, de una extensión demasiado larga, con pocos diálogos, páginas enteras de letra seguida sin intervención de nadie y narrado en tercera persona, pero siempre desde la visión de Joseph. Es una obra poco fresca, demasiado ardua donde se mezclan gran cantidad de personajes y esto, acompañado a los saltos de diferentes escenarios, otorgan a la historia un carácter oscuro (y no solo por el argumento oscuro, qué también

El estilo es confuso y sobrio, ello acompañado con un lenguaje corriente, hacen que el lector/a, encuentre en sus páginas, pocas ganas de avanzar en la historia. Como curiosidad, intercala muchas expresiones en inglés con el castellano hablado en La Línea. Una gran característica del libro es la documentación, es excelente, tanto de los escenarios, como las costumbres y hasta el mundo del contrabando y del poder, lo plasma a la perfección.

Los personajes son multitud y variados pero destaca, Joseph, el protagonista, el investigador con el carácter fuerte y rudo que entrará en todas las casas y vidas que se proponga para conseguir lo que quiera (lo que normalmente es información). Tendrá al alcance de la mano el peligro que todo investigador tiene delante de los ojos, cruzar la línea, pasarse al otro lado.

Y por último el final, es un final poco esperado, y quizás algo abierto, ¿Segunda parte? ¿O es que el autor deja para tu imaginación lo que continua?

En definitiva, es un libro poco recomendado, no goza de características con las que podamos categorizarlo como thriller. Es una lectura algo ardua y lenta, que no es capaz de hacerte volar hasta el sur del país ni de mezclarte entre los personajes como uno más.
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