Es una lectura súper ágil, amena, sencilla y entretenida. Mientras narra la vida de la protagonista añade fragmentos de una novela que esta lee, y más adelante, tendrá sentido. El principio me resultó algo precipitado: el viaje, las relaciones y sentimientos con otros personajes. Una vez situada la historia, va todo más lento. Me ha gustado pasear por las calles de Londres junto a Nela. No he conseguido empatizar con los personajes a excepción de uno. Nela es envidiosa y celosa. Tiene un buen cacao mental... Nathan es el típico tío chulo con dinero y mandón. ¡Para huir sin mirar atrás! Gi es... ¿rara?. Y Salim es adorable. El mejor de todos como amigo y pareja. Al no profundizar en las relaciones y ocurrir tantas cosas hace que resulte tan ligera de leer. El final se resuelve muy rápido y en pocas páginas. Es el típico libro para un fin de semana de desconexión. ¡No me duró ni dos días!. |