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Seleccioné este libro porque la figura de Lou Andreas Salomé me atrajo mucho desde que vi la película « Lou »; leí posteriormente una biografía de Françoise Giraud que hizo despertar mayor interés… La figura de Rainer María Rilke me atrae por otros motivos, sobre todo desde que descubrí el papel que jugó en la vida de Paula Modersohn Becker. ¿Cómo no iba a atraerme esta lectura? Pues bien, de Rilke apenas hay rastro, pero no importa porque este libro es una preciosidad que me ha revelado a una mujer inteligente y culta: esta combinación de diario de viaje y de disertación filosófica es maravillosa, y se extraen sus diferentes intereses: A) observa atenta las formas de vida de los campesinos de su Rusia natal (« una patria viva, mi amada patria ahora y siempre » ) haciendo retratos que podrían considerarse sociológicos; B) admira tanto el arte que emana de las iglesias y galerías que visita como la naturaleza y los paisajes que la envuelven; « El paisaje del Volga parecía decirme: «Si estoy ahí no es sólo para que te acerques a mí o para que encuentres una tierra noble sobre la que construir tu vida... Soy una realidad en mi mismo (…) Todo lo que has querido, todo por lo que has rezado o reído, todo lo que has cantado, soñado o llorado... está en mí, en el paisaje que soy yo». Eso fue lo que me dijo el Volga allí donde su curso se ensancha y sus orillas se elevan hacia el cielo. » C) da a conocer sus inquietudes espirituales y filosóficas con una claridad y seguridad en sí misma muy llamativas: « Se podría decir más bien que estamos en disposición de conocer sólo en la medida en que nos comprometemos a ganar distancia, a alejarnos de nosotros mismos ». En definitiva, una lectura ideal para conocer mejor a esta mujer de la que se destaca, entre otras cosas, su voluntad de vivir de forma libre. |
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