 |
Una periodista decide escribir sobre David Steer, un hombre que entró en el libro Guinness de los records por haber dado la vuelta al mundo por mar cuando sólo contaba con ventiún años. Hablando con unos y con otros, con gente que le conoció y le amó y leyendo sus memorias de juventud, llega a conocer una historia fascinante. Y es que David perdió a su madre cuando era pequeño y llegó a inventarse toda una historia paralela. Empecé el libro sin tan siquiera leer la sinopsis. No sabía de qué iba pero me imaginaba una novela metaliteraria sobre alguna especie de club de lectura. Y algo de eso hay al principio pues todo comienza con unas mujeres solteras con hijos que se reúnen para hablar de libros en la España franquista. Pero la metaliteratura se queda en eso, en el punto de partida para una historia distinta, mucho menos novelera. Una de esas mujeres era la madre de David, a la sazón un niño de ocho años. Una mujer que un día se fue a Nueva Zelanda (donde nació). Parece que se fue voluntariamente pero no sabemos si está viva o muerta ni por qué se fue sin su hijo y no volvió a por él. Saber qué le pasó será uno de los objetivos de la periodista. Su hijo David, de tan corta edad, no podía hacerse a la idea de que su madre estuviera muerta; tampoco de que le hubiera abandonado. Así que se imaginó una historia paralela en la que el padre de su madre, el Océano, la había reclamado. Y David comienza a transformar los hechos reales para que se ajusten a esa historia que se ha inventado. Así, por ejemplo, una inundación en el sótano de su casa es para él una piscina mágica llena de criaturas del mar. Ahí comienza su fascinación por el mar que le llevará, unos años después, a dar la vuelta al mundo. Quizás, quien sabe, buscando a su madre. “El club de las 50 palabras” es una historia llena de fantasía y ternura. Un niño que hace todo por su madre, incluso cambiar la realidad. Cada uno se adapta a lo malo como puede: aceptándolo y adaptando su vida a lo que ha pasado o bien no aceptándolo y encontrándole una explicación alternativa, incluso aunque no sea muy real. al final, se trata de sobrevivir y cada uno lo hace como buenamente puede. Toda la novela está narrada en primera persona por dos voces distintas: por una parte, el propio David Steer (cosa que se hará a través de su diario íntimo o diario de a bordo); por otro, por la periodista que investiga sobre su vida y que, desde el presente, va descubriendo cómo fue la vida de David e intentará descubrir qué pasó con Alice, la madre de David, por qué no volvió a por su hijo. Con un estilo sencillo, ameno y de fácil lectura, la autora nos implica en una historia llena de realidad y de fantasía que nos presenta a un personaje insólito. Pero, además, nos habla de una época y de unas mujeres atípicas. Cuando el club de lectura se reunía, estábamos en plena época franquista. En aquel entonces no era habitual una madre soltera, tampoco que las mujeres se reuniesen para nada que no fuese coser o cosas similares. Pero las mujeres del club de lectura son mujeres cultas, lectoras e independientes. Que no están bien vistas por la sociedad pero que a los ojos de David son absolutamente fascinantes. Conclusión final “El club de las 50 palabras” es una muy bonita historia que mezcla realidad y fantasía: la realidad más dura y la fantasía que un niño crea en su cabeza para poder escapar de ella. Desde un club de lectura hasta el océano más profundo, nos habla del amor de un hijo por su madre y de todo lo que su cabeza creó para poder sobrevivir a su pérdida. Una novela que es una gran metáfora sobre la vida y la muerte. Una novela diferente que os recomiendo leer Enlace: http://librosquehayqueleer-l.. |
>
