Lucky Jim

Jim Dixon es profesor a desgano de historia medieval en una universidad del interior de Inglaterra. Detesta su trabajo, al profesor Welch, el titular de cátedra para quien trabaja, y a la mayoría de sus alumnos y compañeros de trabajo. También se encuentra enredado sentimentalmente con Margaret, otra profesora que tiene serios problemas emocionales y un intento de suicidio por otro hombre en su haber. Atascado en una vida que no eligió y que no le genera ninguna satisfacción, Jim recurre al alcohol y a hacer bromas de mal gusto a la gente que no soporta sin dar la cara. Pero cuando es invitado por Welch a pasar un fin de semana en su casa y conoce a su nuera, la hermosa y carismática Christine, Dixon vuelve a sentirse vivo y lentamente su mundo se va poniendo patas para arriba.

Kingsley Amis es un escritor pasado de moda, al igual que su generación. A excepción de Harold Pinter, los "Angry Young Men" de los 50s y 60s no son muy leídos hoy. Y en algunos aspectos realmente han quedado atrasados. El retrato de la mujer es de a ratos insoportable de leer, sobre todo los juicios de valor basados solamente en las apariencias. Dixon dice cosas sobre Margaret como: "Qué pena, pensó, que no fuese más guapa, que no leyera los artículos en la prensa barata que indicaban qué color de labial combinaba con la complexión natural. Con veinte por ciento más de lo que le faltaba en ese sentido, nunca se hubiese topado con esas dificultades atroces: los vicios y morbosidades que engendra la soledad hubiesen permanecido dormidos hasta la vejez." Creo que no hay nada que agregar.

Sin embargo, hay muchas cosas positivas que decir de esta novela, empezando por su humor irónico y exquisito, característico de la literatura inglesa. Amis usa la sátira para criticar las mezquindades del mundillo académico, la idiosincrasia de las clases burguesas y la mentalidad de los pueblos conservadores ingleses. Sin embargo, por debajo del humor, se asoma la angustia propia del existencialismo, una corriente filosófico-literaria que en Inglaterra suele aparecer unida al absurdo. Jim debe enfrentar el hecho de que su comportamiento de a ratos ridículo no es más que una forma de no enfrentar el hecho de que odia su realidad y que si quiere cambiarla deberá hacer algo, y no solamente culpar a la suerte y esperar a que cambie por sí sola. También expone de forma muy cruda el alcoholismo y sus consecuencias, y es interesante cómo ese problema pasa de ser algo risible al comienzo de la novela a un comportamiento social imperdonable hacia el final. Creo que Amis reflejó muy bien las preocupaciones de su generación por sentirse dislocados en un ambiente que se aferraba a las tradiciones e instituciones de la pre-guerra (en la novela Jim debe escribir un discurso titulado "Merrie England" donde debe alabar las costumbres del pasado y rechazar la idea de la innovación) pasando por alto que el mundo había cambiado por completo. Creo que es una lectura recomendable de la pluma de un escritor a quien vale la pena rescatar del olvido.