Una historia preciosa, donde nada es lo que parece. Un ladrón de guante blanco planea robar unas joyas en una fiesta, y para ello se tiene que infiltrar como diseñador. Todo va genial hasta que entra en acción Marina, e intentan controlar sus acercamientos. Cosa prácticamente imposible. En la historia tenemos intriga, celos, risas. Es una historia contada en tercera persona, fácil de leer, que te atrapará desde el principio. Muy del estilo de la autora. Lo recomiendo 100% |