Una novela gráfica que se lee en unos breves respiraciones. La leyenda, más que narrada, se muestra en unas páginas llenas de roca, cielo y mar; de colores, de gamas, de claros y oscuros, de amaneceres y atardeceres, de días y noches. Cada ilustración transmite la calma, el silencio, la inmensidad, la fuerza, lo sobrenatural de la naturaleza, pero concretamente del Mar, protagonista de esta historia, pues el resto son solo personajes secundarios, extras que viven cada día a su merced. Deidad como las de antaño que, inevitables e implacables, eran admiradas, temidas y respetadas por niños, jóvenes, locos y amantes como los de la Isla de Mayte Alvarado. Un placer para los ojos y una reafirmación para los enamorados de aquello que cuidamos menos, pero damos por sentado más. |