Leer esta novela gráfica es como mirar un gran cuadro impresionista lleno de color, en el que predominan los azules y los ocres. Este libro es puro arte, es de una belleza tal que no sabes bien si categorizarlo como arte o literatura. Esta novela se divide en diez capítulos que van contando con poco texto y mucha imagen la historia de la isla. Desde el principio se sabe lo que va a ocurrir, pero no por ello deja de ser interesante lo que va ocurriendo, y no deja de sorprender igualmente. Como digo, aparece poco texto en el libro, pero creo que es todo un acierto para poder dar todo el protagonismo a las bellas imágenes que hay que cada página. Aún así, las pocas frases que aparecen durante toda la lectura evocan también una belleza deslumbrante, muy acorde a las ilustraciones, creando un ambiente precioso durante toda la novela. Aunque aparecen muchos colores en este libro, predominan los azules del cielo y el mar, y los ocres de las montañas. Según va pasando el tiempo a lo largo del día, estos colores van cambiando y con ello se aprecia el paso del sol alrededor de la Tierra. Además, las figuras no están dibujadas con un contorno preciso, sino que fluyen con los colores, y a veces estos se escapan de los cuerpos como si fueran vapor. Con las primeras imágenes que muestra el libro, se puede observar que se trata de una novela gráfica preciosa y muy original, con un gran valor artístico. Una lectura que recomiendo sin dudar. |