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Es una saga que me gusta mucho, con libros cortos y dinámicos sobre mafiosos, todos relacionados entre sí, pero autoconclusivos sobre distintas parejas. La primera novela trata sobre Nina, quien se ve obligada a casarse durante seis meses con Roman Petrov, líder de la Bratva, porque su padre le robó 3 millones de dólares. A Roman, por otro lado, le destrozaron las rodillas dos “falsos aliados” desconocidos, y se ha visto encadenado a una silla de ruedas para poder moverse, o eso es lo que quiere que crean los demás. Su mano derecha le convence para casarse y así no parecer débil ante sus hombres y el resto de mafias. Y como es de imaginar, decide fijar un matrimonio temporal con la hija del hombre que le robó el dinero pero acabará siendo una historia mucho más compleja . Poco a poco, se gustan y luego se aman. Es muy dulce, en medio de un fondo oscuro. Realmente disfruté el primer 80% de la historia, pero el final me cuesta un poco. El cliché “miedo de estar enamorado de un asesino” está bien pero cuando Nina, obviamente, lo ve con sus propios ojos la cosa cambia... y aquí es donde la historia se ralentiza. Como en todos los libros de esta serie, el personaje masculino tiene una discapacidad y aún así es capaz de asustar a otras personas (no da miedo pero asusta bastante bien a sus rivales…) Disfruté de la química de Nina y Roman. Sin embargo, desearía que tuviéramos más porque al final, sentí como si hubiera leído una historia de instalove. Y para ser un libro de mafia, no fue tan picante como esperaba. Pero aún con esa pequeña pega, definitivamente son libros que te dejan con ganas de seguir leyendo la saga y conocer al resto de los personajes. |
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