La tía Marita y sus cinco sobrinos

Tapi, Tepi, Tipi, Topi y Tupi son hermanos. Tienen una tía que se llama Marita y, en las mañanas de verano, les encanta ir con ella a la piscina.

Tras el zambullido inicial de Marita, saltó Tapi. Se olvidó sus gafas de bucear, pero sobre la espalda de la tía evitaría el cloro.

Después saltó Tepi, que había olvidado su flotador, pero sobre la espalda de la tía no se ahogaría.

A continuación saltó Tipi, que había olvidado echarse protección solar, pero a la sombra de sus hermanos no se quemaría.

Topi no se puso el repelente de insectos. Y Tupi... a Tupi no le pasaba nada, pero hizo lo mismo que sus hermanos.

Y claro, con este panorama, lo normal es que la tía Marita se hundiera. Se hundió bajo la presión de los problemas de los demás. Se hundió porque todos esperaban que ella se los solucionara.

Pero la tía Marita tomó una decisión: no soportar más. Y, uno a uno, les fue diciendo a Tapi, Tepi, Tipi, Topi y Tupi...

🤔 ¿Cómo resolverá Marita esta situación?

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Como si fuera una metáfora de la vida y de aquellas personas que cargamos con los problemas de los demás.

Una metáfora muy visual, cargada de elementos, con una figura cuidadora única (no se identifican ningún otro cuidador).

Cinco niños con cinco circunstancias diferentes (o 4, y otra, por observación).

Un texto cuidado con cierta estructura repetitiva que sé que me va a dar mucho juego en mi trabajo terapéutico, un trabajo en el que yo recojo...y devuelvo. Porque no hay nada mejor que pedir ayuda cuando se necesita y aprender a solucionar los problemas (o, al menos, intentarlo☺️).

Edad: +4