 |
Esta obra podemos considerarla como un ensayo caracterizado por dos núcleos fundamentales, por una parte, nos narra los acontecimientos de la propia guerra de Troya que relata Homero y por otro lado, se hace muy patente y central, la figura de Aquiles a quien considera como “el vehículo de la grandeza de la Ilíada”. Y de aquí el título, La guerra que mató a Aquiles y el subtítulo sobre La verdadera historia de la Ilíada. “Este libro, se dice en el prefacio , trata de lo que trata la Ilíada, trata de lo que la Ilíada dice de la guerra.” Y sí, es una historia de guerra, inmortalizada en el poema épico de Homero, que describe los acontecimientos de unas dos semanas del décimo y último año de la guerra, convertida en un asedio sin salida. Estos acontecimientos son la denuncia pública que hace el gran guerrero Aquiles de su comandante Agamenón, la retirada de Aquiles de la guerra y la aceptación por parte de Aquiles de que perderá la vida en una guerra totalmente inútil. Un extraordinario ensayo que nos muestra lo que la Ilíada nos revela sobre la guerra, una catástrofe que aniquila a los mejores guerreros, destruye ciudades y arrasa civilizaciones enteras. La guerra de Troya representa la guerra total, como dice la autora en el último capítulo. Me ha gustado mucho el tratamiento que Caroline Alexander, doctora en clásicas, da a la propia guerra así como a la figura central de Aquiles, a quien considera el vehículo de la grandeza de la Ilíada. Uno de los comentarios más interesantes es el juicio de Aquiles sobre la guerra y la muerte: La vida es más valiosa que la gloria. Y no es por la gloria por lo que sacrifica su vida, sino por Patroclo. Concluye la epopeya con una secuencia de funerales, duelo inconsolable y vidas destrozadas. La guerra desnuda ante nosotros la tragedia de la mortalidad. El héroe, aunque gane la gloria, no tendrá ninguna recompensa por su muerte. Así termina la autora esta magnífica obra. Me ha gustado mucho, una lectura de calidad que he disfrutado recordando y revisando pasajes del poema homérico, héroes , guerreros , mujeres y dioses que van desfilando en la más celebrada y perdurable de todas las historias de guerra. Efectivamente la lectura de este interesante libro no suple la lectura de la gran Ilíada sino que lo que hace, precisamente, es invitar a releerla o a los que no la hayan leído, pues a leerla. Un ensayo brillante, cuidado, documentado y también antibelicista porque la guerra siempre destruye y arrasa. Me ha encantado. Una interesantísima lectura. |
>
