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Albert nos cuenta la historia de bullying que sufrió en el colegio cuando era un niño pero relatándolo a través del uso de metáforas, de forma muy poética (a ver si me explico, se nota que le encanta la poesía, de ahí su segundo libro "Canciones mudas"). Aunque he de decir que el hecho de usar primera y tercera persona constantemente en el relato, ha producido que me pierda en muchas ocasiones. Es bueno, y os explico por qué. Aunque no haya conseguido dolerme, o atraparme del todo, para que me entendáis mejor, como suelen hacerlo estos testimonios, hace una crítica muy perceptible a ese miedo a actuar ante situaciones de este tipo por parte del profesorado y resto de compañeros, al conformismo de la víctima sintiéndose siempre como primera opción de los malotes... Algo que tiene que dejar de suceder. Algo en lo que hay que educar, a niños y a mayores. Hay que hablar, ayudar y sobre todo insistir para que nos escuchen. No avergonzarse por ser abatido, sino por ser el que abate. Dejar claro que "las víctimas no somos el problema". Dar apoyo es muy importante. En definitiva, Albert lo que hace con este libro es abrir los ojos, poner un alto en el acoso escolar y decir basta. Algo maravilloso, pues creo que el autor escribió esta historia como un primer paso para la liberación, su canto a la libertad. |
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