El clásico que nunca fue... y da rabia que no lo fuera. Estamos en el siglo XIV y Ramón Llull parte junto a Roger de Flor y los almogávares a la búsqueda de la mítica ciudad del preste Juan. Lo que encuentran es una ciudad fundada por seguidores de Aristarco de Samos llena de tecnología e ingenios imposibles; una sociedad ideal amenaza por un adversario que tiene mucho de lovecraftiano. Combina la novela con maestría la historia y la ciencia ficción añadiendo, además, ciertos toques steampunk. Completan el relato varias ilustraciones que aportan mucho encanto a la edición. Hay, sin embargo, cierto poso triste. En el prólogo Miquel Barceló dice estar convencido de que esta novela será un hito en la ciencia ficción española. Finalmente no fue así y no recuerdo haber visto esta historia reeditada pero aseguro que es un relato inolvidable que se disfruta. |