La entrega más diferente de las hasta ahora 4 partes de esta saga. Arthur Dent se convierte en el protagonista absoluto de esta entrega, dejando como meros comparsas a los personajes de las anteriores entregas (muchos de ellos aparecen sólo de pasada, y como meras referencias). El humor y lo surrealista siguen presentes en el libro, si bien con un enfoque diferente, que te dejan un poco a contrapie tras las tres entregas anteriores. De nuevo, Douglas Adams, a través de su loca imaginación, vuelve a apuntar con el dedo ciertos problemas de la sociedad, que aun hoy siguen vigentes. |