Las brujas escocesas de Black Rock:

Viajamos a Escocia, en la época actual, para disfrutar de un adictivo romance paranormal protagonizado por una bruja y un cambiante lobo.

Bárbara es abogada, vive en Glasgow, y está a punto de cumplir veinticinco años. Su madre fallece cuando ella es una niña y su padre nunca le ha hablado de su familia materna. Por eso se sorprende al recibir una carta de su abuela invitándola a Glencoe, el pueblo natal de su progenitora. Decide no ir, pero varios sucesos rompen sus planes para su cumpleaños y acepta la invitación. Cuando llega descubre un aspecto de su vida del que no sabía nada.

Jason McDonald es el alfa de la manada de cambiantes de Glencoe. En la montaña de Black Rock hay una grieta por la que se escapan entes, las brujas los contienen y ellos los cazan si escapan. La vida del lobo está ligada al pueblo, al igual que la de las Kinnear.

En el libro vamos a encontrar amor, amistad, magia, cambiantes, seres malignos, antiguos secretos y viejas rencillas familiares. Bárbara desconoce su ascendencia y descubre que le han mentido toda su vida. Y encima, cuando consigue aceptar su origen, descubre que hay más seres mágicos en el pueblo.

Es una novela ligera y sencilla de leer pero muy adictiva. Tiene partes muy divertidas, protagonizadas casi todas por la ignorancia de Bárbara, y otras más sentimentales cuando afloran los secretos.

El romance es bonito aunque igual demasiado rápido, pero hay que tener en cuenta que el libro no es muy largo y que hay mucho por descubrir en el pequeño pueblo, y que también tenemos un buen número de secundarios. Me lo he pasado genial con las aventuras de Bárbara y Jason y estoy deseando leer la historia de Sean, el hermano adolescente del cambiante.

La obra es perfecta para desconectar y una opción estupenda si os apetece un romance paranormal ambientado en la Escocia actual. Espero poder leer pronto el resto de la serie, ya están todos publicados.