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Después de leer esta segunda entrega de la saga Lux, me ha dado la sensación de que Obsidian, su primera parte, era tan solo un libro introductorio. El universo de Daemon se explica en mucha más profundidad y la trama se vuelve más complicada, pero también mucho más completa. A pesar de que sigue teniendo algún tópico que otro, reconozco que no me ha molestado en absoluto y que la acción constante, así como la trama amorosa llena de tira y afloja, me ha tenido pegada a sus páginas. Además, el final me ha dejado con la boca abierta y deseando leer Opal, su continuación. Si Obsidian no os terminó de convencer, os aconsejo que le déis una oportunidad a Onyx, porque la saga mejora mucho. Si Obsidian os gustó tanto como a mí, Onyx os gustará aún más. |
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