Obsidian

Katy se muda a Virginia Occidental, un pueblo aparentemente tranquilo y aburrido, cuando se topa con su vecino. La sinopsis revela lo que a lo largo del libro se intenta mantener como un misterio: Daemon Black es un alienígena, un ser de luz, cuya existencia se ve amenazada por seres de otra galaxia llamados Arum, que planean matarlos y robarles sus poderes.

La historia se trata, básicamente, sólo de un romance en un contexto sobrenatural. La relación entre los protagonistas es un constante tira y afloja, que es el centro de la cuestión, mientras que los hechos referentes al contexto (la batalla entre los seres de luz y los seres de las sombras) son algo secundario, que funcionan como un obstáculo en dicho romance y proporcionan un poco de acción a lo largo de la novela.

Desgraciadamente, Jennifer L. Armentrout utilizó los mismos tópicos que se suelen encontrar en las novelas juveniles románticas-paranormales y, aunque deteste las comparaciones, no pude evitar notar una gran similitud a Crepúsculo, e incluso hubo una clara referencia a ésta.

En mi opinión, hubo muchos personajes planos que no hacían ningún tipo de aporte al argumento principal, y otros que apenas aparecieron (como la mamá de Katy, presente al comienzo y desaparecida al final). Estos personajes secundarios no llegaron a conocerse del todo y, en mi opinión, pudieron haberse aprovechado mejor. Por otro lado, Katy, la protagonista, se presentó como amigable y con un aspecto común (personalmente es fácil relacionarse con ella con el tema del blog literario y el amor por los libros, aunque apenas se mencionara); si bien no destacó demasiado. Daemon era muy contradictorio, y debido a sus constantes cambios de actitud no logré empatizar con él, más allá de que tuviera sus razones para ello. El aspecto "sexy y arrogante" del protagonista masculino es ya muy habitual en las novelas como para que despierte mucho interés.

Obsidian fue predecible. Tenía potencial para ser una buena historia si se eliminaban los clichés ya tan utilizados, y todo lo que tenía que ver con el planeta que habitaban los Lux y su historia fue contado con mucha rapidez. Además, estaba todo escrito de manera muy simple: abundó el diálogo y faltó mucha descripción, lo que provocó que resultara muy difícil imaginarse las situaciones que se presentaban; se limitaba a narrar la acción del personaje, pero no la describía. Cuando terminé de leer la novela, me di cuenta de que nunca pude visualizar en mi cabeza siquiera cómo luce un Lux.

Lo que cabe destacar es que se trata de una lectura fácil y cumple su cometido, que es entretener. Pero sólo se lo sugeriría a quien tiene ganas de leer un romance.