El Club de la Salamandra

El Club de la Salamandra es el primer libro publicado por Jaime Alfonso Sandoval gracias al concurso de Gran Angular organizado por la editorial SM. Años más tarde, sería un título que se relacionaría con su trilogía Mundo Umbrío.

El libro empieza con Rudolph Green, un adolescente de quince años quien ya trabaja para una universidad como traductor y, debido a diversas circunstancias, le solicitan que traduzcan un mensaje en una lata de tomate. Curioso por lo que descubre, el chico se embarca en una aventura para encontrar a las personas que escribieron el mensaje.

Debo de señalar que la narrativa de Jaime Alfonso Sandoval es increíble. Con sus descripciones de lugares, emociones y situaciones de va tomando de la mano para que vayas sumergiéndote en esta historia. Con el pasar de las páginas, se va tornando cada vez más interesante por los diferentes personajes que vamos conociendo (y cada uno con una personalidad única) y su aporte en la trama. Lo bueno del asunto es que cada uno tiene su función dentro de la historia y no son mencionados de a gratis.

El autor crea toda una historia que se mezcla con la realidad, llega a un punto que pareciera que las cosas que se relatan son ciertas, pero todo es ficción. Es un elemento que le da mucha credibilidad y hace que la obra guste más, pues provoca que el lector se sumerga más en la lectura.

La razón de esto es por que Rudulph conoce a un grupo de personas que se hacen llamar los "anticientificos" quienes estudian las cosas desde una perspectiva diferente a la de los científicos. Todas sus teorías son descritas de una manera tan llamativa que pareciera ser cierto. (Hubo algunas partes que tuve que investigar para ver qué tan lejos iba la ficción).

Rudolph es un protagonista ideal para esta historia. A pesar de que se le describe como un adolescente que es muy inteligente en diversos ámbitos, es muy inocente en otras cuestiones (como es el amor y saber relacionarse con las personas). En algunas ocasiones no sabe controlar sus emociones y en otras, tal vez sí.

Otro personaje que me gustó fue Pippo. Él aparece hasta la mitad de la obra, pero las situaciones que se dan con Rudolph respecto a un tema en especial, hicieron que me riera a montones y que le tomara un especial cariño. Llegué a pensar que su destino iba a ser del típico rival del protagonista, pero fue todo lo contrario.

El lado curioso es que el final es inesperado y le da todo un giro a lo que hemos leído, en consecuencia, provoca que sea una lectura que merita una segunda lectura. A su vez, dicho desenlace provoca que queramos leer la trilogía Mundo Umbrío, ya que el autor ha declarado en diversos medios que hay una especie de epílogo dentro del tercer volumen.