La propia pluma de la autora, los capítulos cortos y la lectura fluida que propicia la historia hace que se lea bastante rápido y convierta a este libro en una lectura perfecta para el verano.
Si bien disfruté de su lectura me resultó entretenido y cumple bien su función pero tanto la trama como los propios personajes se quedan un poco pobres.

Aún no logro conectar con los protagonistas, si bien mi corazón le pide a América que no pierda el tiempo con este triángulo amoroso y le daría el consejo de "mejor sola que mal acompañada" tampoco que es que ella me entusiasme con personaje femenino.

Me ha parecido que ha mantenido actitudes de niña en la mayor parte del libro a excepción de contadas ocasiones en las que tampoco llega a brillar del todo. En las últimas cincuenta páginas parece que por fin va a tomar las riendas y controlar la situación para echarlo todo por tierra en la última página del libro. Si bien entiendo el giro que da la situación para que haya posteriores libros, no comparto las razones de su decisión.

América podría ser fuego y se queda en las primeras brasas, una lástima para un argumento con tanto potencial y que no explota ni hace brillar a su protagonista. Maxon no hay ni por donde cogerlo y su discurso final me pareció más de alguien que participa en un programa de buscarse pareja que de alguien que tiene que convertirse en Rey (y ojo que no está reñido con seguir a su corazón pero hay razones que no se pueden justificar).

Aspen creo que es el personaje que más se salva y tampoco es que sea santo de mi devoción.