Obras completas de Ángela Figuera Aymerich
Más de un día me duele ser poeta. Me duele tener labios, garganta, que se ordenan al canto. Es tan fácil vivir cuando sólo se vive mudo y simple, esquivando la pesquisa y el vértigo. Pero aquel que es poeta ni en mitad del tumulto ni emboscado en la orilla logrará su descanso. |