La Débâcle de Émile Zola
Tengo que marcharme. Me aguardan, moriría de angustia si no me marchase. No puedes imaginarte el daño que me causa la idea de estar quieto. Te digo que esto no puede acabar así, que tenemos vengarnos; ¿contra quién, contra qué? ¡No lo sé! pero tenemos que vengarnos de tantas desgracias para tener el valor de vivir
|