La Débâcle de Émile Zola
¡Qué desahogo! en aquel primer instante feliz. Fuera parecía una resurrección, la luz brillante, el aire sin límites, el despertar florido de todas las esperanzas. Cualquiera que fuera su desgracia ahora no la temían, se reían al salir de aquel horrible campamento de la Miseria
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