La Débâcle de Émile Zola
Y en medio del salvaje egoísmo que los rodeaba, en aquel rincón de humanidad doliente, donde el hambre hacía sufrir atrozmente, debía acaso a esa abnegación completa, el beneficio imprevisto de conservar su tranquilidad y su salud; porque sólo él, firme aún, no perdía la cabeza
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