La Débâcle de Émile Zola
No parecía que hubiesen tomado precaución alguna, ningún esfuerzo se había hecho para alimentar, aquellos ochenta mil hombres cuya agonía empezaba, en aquel infierno horrendo que los soldados designaban con el nombre de Campo de la Miseria, un nombre de angustia, del que los soldados debían guardar un recuerdo indeleble
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