La Débâcle de Émile Zola
Unos anuncios blancos, pegados en las paredes por los prusianos, embargaban al vecindario para el día siguiente ordenando a todos, fuese quienes fueran, obreros, comerciantes, magistrados, empezaran a barrer con escobas y palas bajo la amenaza de penas severas, si la ciudad no estaba limpia por la noche
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