La Débâcle de Émile Zola
Así es que cuando (Wimpffen) oyó hablar de armisticio se puso furioso. ¡No, no!, ¡no firmaría nada, quería batirse! Eran las tres y media. Y fue poco después cuando tuvo lugar aquella tentativa heroica y desesperada, aquel último empuje para abrir un camino a través de los bávaros, yendo otra vez sobre Bazeilles
|