La Débâcle de Émile Zola
Le vio en la paja, echado boca abajo, los brazos desnudos, metidos en un cubo de agua helada. Agotadas las fuerzas morales y físicas, el médico descansaba aniquilado, abatido por una tristeza, una desolación inmensas, en uno de esos minutos de agonía de médico que se siente impotente
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