La Débâcle de Émile Zola
Y a la cabeza del cortejo reconoció al emperador que volvía a Sedán, después de haber estado cuatro horas en el campo de batalla. La muerte no quería hacer presa en él
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La Débâcle de Émile Zola
Y a la cabeza del cortejo reconoció al emperador que volvía a Sedán, después de haber estado cuatro horas en el campo de batalla. La muerte no quería hacer presa en él
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