La Débâcle de Émile Zola
¡Porque hay un desbarajuste tal, que parece que todos se han vuelto locos! Y siempre viene gente nueva, y las puertas no paran, unos se incomodan, otros lloran, y en la casa hay un saqueo completo: los oficiales beben todo el vino, duermen en las camas vestidos; mire usted, el emperador es, después de todo, el más cariñoso, el que ocupa menos sitio; le basta un rincón para quejarse
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