La Débâcle de Émile Zola
Juan Macquart, que estaba ocupado en el arreglo de su tienda de campaña, se puso de pie. Al primer anuncio de la guerra había abandonado su pueblo, Rognes, con la pesadumbre que le había producido el drama en que acababa de perder a su mujer Francisca y las tierras que le había llevado en dote; se había reenganchado a los treinta y nueve años, obteniendo inmediatamente los galones de cabo; con esta graduación se incorporó al 106° regimiento de línea
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