Memeceno de Álvaro L. Pajares
Como si fuéramos marquesinas andantes de nuestro propio trabajo, las personas nos convertimos cada vez más en marcas. Dentro, pero también fuera de la esfera digital. A su vez, la marcas cada vez se convirtieron más en personas... Con el privilegio de que podrían y pueden limitarse a ser personas solamente en internet. Y eso es terrorífico.
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