Abecedario de pólvora de Yordán Radíchkov
De tal modo nuestras esperanzas brotaban en los pastizales y allí mismo perecían. Recuerdo muchas esperanzas de mi infancia: antaño abundaban, mirase donde mirase. Nacían y morían ante nuestros ojos, si bien en algún rincón del alma permanecía la fe secreta de que un día, alguna de ellas se haría realidad.
|