Almas perdidas de Yanina Zorza
Me sentía como si sostuviera entre mis manos una granada a punto de explotar. Cualquier persona, sin dudarlo, la lanzaría tan lejos como fuese posible. En cambio, yo, por alguna extraña razón que aún desconocía, no quería soltar esa granada, aunque al final desapareciéramos los dos.
|