La mujer geométrica de Vicente Marco
Dentro de mí sonaron unas palabras: «Se acabó» «Se acabó el dolor». «Se acabó fingir. Se acabaron las mentiras». Sucedió en un instante. Y, por supuesto, no estaba segura. Tampoco lo había premeditado, pero no podía afirmar que hubiera sido un arrebato, sino más bien el pronunciamiento del subconsciente tras tanto tiempo de silencio.
|