Magma de Thora Hjörleifsdottir
La niebla se ha posado en mi frente. Mi cuerpo está aletargado y entumecido, una mosca doméstica ha aterrizado en mi rostro y no tengo ni fuerzas para apartarla. Los párpados se hacen pesados, sucumben bajo la presión. Siento ganas de dormir durante cien años y olvidarme de mí misma.
|