El malogrado de Thomas Bernhard
Sólo vemos, cuando miramos a los hombres, mutilados, nos dijo Glenn una vez, exterior o interiormente, o interior y exteriormente mutilados, no hay otros, pensé. Cuanto más miramos a un hombre tanto más mutilado nos parece, porque está tan mutilado que no queremos reconocerlo, como es sin embargo el caso. El mundo está lleno de mutilados.
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